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jueves, mayo 31, 2007

Mejor los metemos presos con pañales...

El articulo a continuacion fue extraido desde granvalparaiso.cl (periodico electronico donde puede escribir cualquier persona). Quise ponerlo aqui porque, segun mi parecer, explica acertadamente como se debe combatir realmente la delincuencia.

Mejor los metemos presos con pañales

Aunque rebajemos a 7 años la edad de responsabilidad penal no contendremos la delincuencia juvenil si no se adoptan medidas de fondo y urgentes, no a 30 años plazo

Cristina Jara Villarroel, profesora de historia, Santiago

"MENOR DE 16 años roba casa", "Niñas arañas invaden el sector oriente de Santiago", "Adolescente de 15 años líder de banda delictual". A diario, y en forma cada vez más reiterada, nos topamos con titulares como éstos. Los noticiarios y programas de corte periodístico han dado gran cobertura al tema: la delincuencia juvenil. Cómo se organizan las bandas, cómo actúan, las drogas que consumen, el grado de violencia que despliegan, de dónde provienen, cómo se desplazan. Nos han instruido para temer a todos los jóvenes que usen pantalón ancho con cadenas colgantes. Si usted ve a uno con esas características, más aún, cantando hip hop, corra como si hubiese tomado un vaso de chicha de ciruela con laxante. ¡Son peligrosos!

Por esto, la rebaja de la responsabilidad penal a los 14 años me parece excelente. Estos jóvenes ociosos y mal entretenidos, como llamaban al bajo pueblo los seudo aristócratas coloniales, de raíces “gañanescas” y pueblerinas, que hablan a puro garabato, deberían estar todos presos. Es más, la mayoría son hijos de delincuentes, han abandonado la escuela y vivido en la calle la mayor parte de su vida. Lamentablemente no siguieron la senda de nuestro preciado Manuel Rojas (autor de la novela “Hijo de ladrón”), y en vez de plasmar en el papel su “pellejesca” vida, repiten el círculo y la herencia de sus padres.

Después de ver un reportaje televisivo, creo que debe ser algo genético, como la depresión endógena. Siento que necesitamos con urgencia que los científicos hagan pronto esa investigación, descubrir el ADN del delito; así, los podríamos encerrar desde guaguas, desde que nacen, para evitar que tanta escoria ande dando vueltas. Pero, eso sí, solamente a los hijos de poblaciones o de lugares rascas, sobre todo si la madre dice “shansho” y no chancho, como la gente decente.

Si se hiciera esta prueba a todos los ciudadanos, se tendría que invertir mucho dinero en cárceles; y teniendo en cuenta que se quemó Capuchinos, disponemos de menos opciones donde mandar a los otros lanzas. A esos que no sólo han robado dinero, sino también la dignidad. Pero eso no importa. Lo que importa es que hay mucho cabro jetón que se quiere meter al negocio a la mala y no tiene estilo, no es de cuello y corbata, no tiene un puesto asegurado por el partido en el Congreso, no es militar en retiro, pero de la escuela, la de Apoquindo con Vespucio, qué lindo ese sector, o similares.

¡QUE MANIPULABLES SOMOS!
Cada día me doy cuenta de lo fácil que es manipular a las personas. Un poco de noticias exageradas al máximo, un par de reportajes y unos políticos amigos dando discursos sobre los problemas de la gente, los "reales problemas de la gente", y después una ley represiva, y listo. El país avanza y todos crecemos con equidad. No he escuchado una sola propuesta o un debate sobre el origen de la delincuencia juvenil; por qué han tomado la opción de robar como forma de vida, por qué no se rehabilitan y deciden seguir una carrera delictual. Lo que sí han hecho los medios es darnos a conocer lo peligrosos que son, la forma de librarnos de ellos y por último cómo eliminar el “problema”. Pero el "problema" seguirá aunque los tomen presos a todos. No con más carabineros en las esquinas se elimina la delincuencia.

El sistema en que estamos obligados a vivir es injusto, es mezquino, indigno, degradante. Las oportunidades son para algunos; el resto sobrevivimos, intentando rescatar algo de lo que nos pertenece por esencia, pero que nuestros queridos gobernantes se echan al bolsillo cuando legislan, ejecutan o juzgan. Eso señores, ¿es igualdad? No es lo mismo haber nacido en una toma, que en La Dehesa. Son mundos absolutamente diferentes e incompatibles, que los jóvenes no tardan mucho en vislumbrar. No quiero decir que los jóvenes ABC1 no tengan problemas. Sé que los tienen, que se drogan, que presencian violencia intrafamiliar, que sufren con el alcoholismo o las típicas dudas existenciales adolescentes. Pero ellos no constituyen un dolor de cabeza para las autoridades, porque sus familias tienen el poder, porque sus familias son las autoridades gubernamentales, económicas o morales. Es por eso que "el éxtasis" no está en debate, sino la pasta base. Sin embargo, ambas drogas destruyen al ser humano.

Aunque hay épocas en las que se le quiere bajar el perfil, esta problemática siempre ha estado presente y ha ido en franco aumento, pues cada vez se cierran más puertas para los sectores disminuidos económicamente. Ahora que este tema ha llegado hasta las cúpulas, incluso han sido víctimas de ataques en sus casas, hacen que se transforme en tema de discusión social. Pero, a nosotros, gente común y corriente, que somos asaltados a diario, ¿por qué no somos tema? Y si no me cree esto del asalto a diario, revise su liquidación de sueldo, medite y piense: “¿Estoy recibiendo el justo pago por mi trabajo?”

Mantenemos con nuestros impuestos, es decir el 19% de todo lo que compramos, hasta del miserable cigarrillo suelto, a una tropa de vagos en el Congreso, que se dan el lujo de ir una vez a la semana, llegan tarde y hay que dar las gracias si es que llegan. Que un ladrón, además de asesino, ande suelto por las calles, no es tema tampoco. Podríamos iniciar un debate sobre si fue Golpe de Estado o Robo con Violencia, como sabiamente me aclaró un amigo. En lo personal, opto por todas las anteriores. Y así, suma y sigue, una larga lista que no quiero seguir escribiendo, pues me dan ganas de llorar. En fin, no son temas.

Si se quiere erradicar la delincuencia juvenil, no lo harán con leyes y asustando a la población, sino con educación, equitativa, justa, igualitaria y gratuita. Se hará cuando se inicie un programa de redistribución de los ingresos, cuando los cursos en los establecimientos fiscales no sean con 45 alumnos, cuando se acorte la escandalosa brecha entre ricos y pobres. Y cuando la comida de la JUNAEB sea sabrosa y los niños se la coman; nutritiva no lo dudo, pero un puré de arroz o un sushi de tallarines no es muy apetecible a la vista, menos el aroma, es por eso que los estudiantes no se comen la comida, no porque prefieran comer papas fritas, como reporteó una periodista (¿dónde estarán regalando los títulos?). De preferir las prefieren, pero no tienen plata. Sé lo digo yo, que lo veo a diario.

Se acabará cuando exista justicia de verdad, y no para algunos. Cuando las cárceles logren rehabilitar y educar, en vez de ser una sistema represivo y generador de seres llenos de odio y venganza. Es decir, cuando vivamos en un sistema más humano. No ignoro que es difícil, es más, creo que imposible de llevar a cabo, los que tienen el poder no lo van a soltar. Pero, bueno, soñar es humano y aún lo soy, aunque hagan lo imposible para que me transforme en parte del rebaño.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Claro, si son de "mala estirpe", hay que hacer más carceles muchas más. ¿Para que buscar las causas? ¿Para que prevenir y cambiar las desigualdades y el ambiente violento?.
Al final en este línea mejor cerrar esculas y convertirlas en carceles..
A veces todo parece ir tan al revés

10:35 p. m.  
Blogger Kari said...

es cierto lo que dices, creo que la gente en chile no se pregunta por que hay mas delincuencia, por que hay mas violencia. No se detienen a pensar el grado de violencia que se ejerce en chile contra los marginados, limitandoles el acceso a la educacion, a un buen sistema de salud, aun sueldo digno que te permita al menos tener acceso a una vivienda digna (que no sea de 3 metros por tres), a vestuario digno, transporte , etc. Por lo tanto es de esperar que esa violencia del sistema economico y social se devuelva a hacia el mismo.

2:44 p. m.  

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